El Instituto de Auditores Internos de la República Dominicana, INC. (IAIRD), considera necesario que el Pleno de la Cámara de Cuentas esté compuesto por profesionales con formación y experiencia en Auditoria Interna o Externa, además con una trayectoria de servicios vinculados a actividades de gestión de controles, gobernanza y evaluación de riesgos.
De este modo se garantiza que se cumpla con la misión de este órgano y con un criterio razonable para la planificación de los proyectos de evaluación de las estructuras del Estado.
En ese sentido, el Instituto de Auditores Internos de la República Dominicana, INC. (IAIRD), en ocasión del proceso de evaluación de los aspirantes para ser miembros del Pleno de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, que se desarrolla en los actuales momentos manifiesta sus consideraciones, entendiendo que un Auditor Interno, es sinónimo de imparcialidad, honestidad, confidencialidad, objetividad, independencia, transparencia, preparación profesional, firmeza, capacidad de observación y ética profesional.
Todas estas cualidades no se aprenden de la noche a la mañana, se adquieren a través de los años de estudios, trabajo, servicios profesionales y en el campo de trabajo, combinado con la preparación continua.
El IAIRD entiende que estos profesionales representan el equilibro entre la gestión operacional y el gobierno, fundamentado en los principios rectores de las buenas prácticas y las normas para el ejercicio de la profesión y la prevalencia de la objetividad, la independencia y el debido cuidado profesional.
Históricamente, el órgano rector del control externo del Estado, ha sido dirigido por grandes personalidades con capacidades y dotes que le han permitido realizar aportes sustanciosos al desempeño y ejercicio de la Cámara de Cuentas.
Aunque, si bien es cierto que la Ley 10-04 no especifica que el Presidente de dicho organismo deba ser de una profesión determinada, las opciones de escoger profesionales con amplios conocimiento en la principal actividad de este órgano, que es la Auditoria, han brillado por su ausencia y como consecuencia estos miembros no pueden llevar a cabo una gestión adecuada, conforme lo amerita este organismo de supervisión.
El Instituto de Auditores exhorta a los honorables miembros de la Comisión Evaluadora de la Cámara de Diputados, ponderar estas cualificaciones para que se logre una Cámara de Cuentas funcional, y que el perfil idóneo de los miembros que se escojan, cumpla con el criterio de independencia, alejado de las influencias políticas partidarias o empresariales, donde predomine el interés nacional por encima de todo y que estos nuevos miembros se sientan comprometidos con la Patria, con la convicción de servicio y que la Ética y la Transparencia sean ejes transversales en sus ejecutorias.