La Vereda, San Francisco de Macorís, RD. En cada rincón del país son impresionantes las bellezas que se puede descubrir. Como amante del turismo local esta semana junto a la familia emprendimos un viaje hacia la zona Norte o Cibao, específicamente a San Francisco de Macorís.
Luego de un recorrido de alrededor de una hora desde el municipio cabecera, llegamos a la Vereda de Naranjo Dulce Arriba, una comunidad localizada entre montañas frondosas de color verde y mamey, si mamey, y es que los árboles de amapola lucen en esta época su mejor color.
Sorprendente presenciar la cantidad de siembras de cacao en la zona, en una comunidad con caminos vecinales deteriorados, pero con gente trabajadora y agradable que, a pesar del implacable polvo de sus calles sin asfaltar en tiempos de sequía y lodo en tiempos de lluvias, están acostumbrados a su realidad y con amor cultivan sus tierras.
Pero volviendo a la experiencia bonita e inolvidable tanto para los adultos como para los niños, llegamos al proyecto ecológico Fabulous Village, solo nueve habitaciones, cada una como un denominar común, la vista majestuosa de una naturaleza única que caracteriza la zona montañosa.
Los pequeños de la casa aprovecharon cada segundo de la estadía en el paradisiaco lugar para disfrutar de los encantos naturales del proyecto ecológico, además de respirar el aire puro que nos ofreció tan acogedor lugar.
Mientras los adultos, disfrutamos de actividades que nos pusieron los pelos de punta. Resulta que en este lugar se encuentra el que es hasta el momento el Sipline más largo del país, del cual hicimos uso sin dejar de erízanos la piel entre la emoción, nerviosismo y la adrenalina.
Hacer el recorrido a través de verdes arbustos y sentir la suave brisa, invita hacerlo una y otra vez.
Llegada la noche, baja la temperatura y es obligatorio el uso de abrigos para personas que como yo no somos intolerantes al frio.
Pero sorpresa, una cálida fogata es encendida para los visitantes que así lo desean. Una experiencia única para los niños y los adultos que disfrutamos desde el encendido de la leña hasta las últimas llamas que brindaban su calor.
Un amanecer con neblinas y verdes montanas sin duda que invitaron a quedarse en cama toda la mañana, pero un rico desayuno preparado a la hora que dispongas estará listo para iniciar de esta manera la mañana llena de energía.
Sin miedo a equivocarme, invito a conocer lugares como este, que te brindaran la paz y el contacto con la naturaleza que en algún momento necesites.